A pesar de que todavía no hayamos puesto el broche final al verano, parece que la llegada del mes de septiembre nos invita a pensar ya en la caída de las hojas, la bajada de las temperaturas y la despedida del calzado estival. Lo cierto es que asomarnos a las tiendas significa descubrir un sinfín de botas, botines y nuevos zapatos por los que una está deseando decirle adiós a las sandalias —un sentimiento que, personalmente, no me durará demasiado, lo admito—. Pero antes de lanzarnos a una compra compulsiva animadas por el antojo y la novedad, mejor hacer un repaso a las tendencias y, sobre todo, a los modelos que pueden salvarnos durante toda la temporada.