La vocación de Gregorio tiembla al conocer a Isabela, la bella vecina de sus abuelos. La mujer es una bomba de sensualidad casada con Emilio. El hombre cae en el hospital por una brusca subida de presión. La preocupación de Isabel la acerca a Dios muy a pesar de Gregorio, quien tendrá que arreglárselas para no sucumbir ante los encantos de su madurita vecina.