La primera gran bola soltada en público, la lanzó sin ponerse colorada la periodista Ana Pastor, cuando respondió tan fresca a Marie Le Pen, durante una entrevista en LaSexta, que ella "acogía a inmigrantes en casa".
Le faltó a la esposa de Antonio García Ferreras puntualizar que lo hacía en la condición de 'empleada doméstica', para lavar, planchar, limpiar, fregar y cuidar al niño.
Eso fue en marzo de 2014 y desde entonces, la cadena donde manda su marido, la misma que apoyó a rabiar a Podemos y ahora anda entregada a Pedro Sánchez y compinches, ha convertido la inmigración en un tema central.
Fiel a la línea oficial y cumpliendo órdenes, la periodista María Llapart, que traíá de casa la pregunta redactada, intentó poner en un brete a Iván Espinosa de los Monteros con ese asunto.
Todo después de que el portavoz de VOX en el Congreso dijera:
″¿Todos los inmigrantes cometen delitos? No. Cometen delitos cuatro veces más que los españoles. ¿Todos los españoles cometen delitos? No. ¿Todos los hombres son maltratadores? No. Pero los extranjeros cometen cuatro veces más de delitos que los españoles en proporción a su tamaño”.
Llapart, la que no osó preguntar a socialistas, podemitas, independentistas y afines por los gritos de 'fascista' a un palmo d ela cara, de una diputada de ERC a Macarena Olona, pero si a esta por la palabra 'bruja' soltada dese los escaños de arriba por un parlamentario del partido de Santiago Abascal, inquirió:
“Perdone, esos extranjeros a los que usted se refiere trabajan en nuestras casas, en algunas casas, nos atienden en los supermercados, limpian los centros de salud y los hospitales. ¿Usted cree que, si le están escuchando, se pueden sentir dolidos? ¿Pueden pensar que cuando salgan a la calle todo el mundo les va a ver como unos delincuentes?".
Se lo acababa de dejar botando a Espinosa de los Monteros, que la crucificó:
“Usted gesticula mucho y se indigna muchísimo con las matemáticas. Estoy convencido de que esos extranjeros, inmigrantes, que trabajan, que contribuyen, que son parte de nuestra sociedad, son los primeros interesados en que los otros, los que delinquen, los que agreden, los que violan, sean identificados y expulsados cuanto antes”.
”¿Sabe usted por qué? Porque es tremendamente injusto para los inmigrantes que han entrado aquí de manera legal. Es tremendamente injusto para los inmigrantes que han hecho la cola que otros se cuelen”.
“Y lo que es tremendamente injusto para las víctimas de todos ellos es que usted se haga aquí la indignada, como si fuera culpa de las matemáticas o fuera culpa de alguno que está señalando el problema cuando no está usted atacando el problema”.
Zasca y toda la boca.