Iberdrola ha cerrado los primeros nueve meses del año con un beneficio neto reportado de 2.408 millones de euros, un 10,2% inferior al mismo periodo del año anterior, como consecuencia de los altos precios de la energía, los nuevos impuestos en España y Reino Unido y el impacto extraordinario de la crisis del coronavirus, tal y como explican desde la eléctrica.