Cuando faltan argumentos, toca desviar la atención.
Es lo que hizo durante su comparecencia en el pleno del Congreso de los Diputados del 10 de noviembre de 2021 el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ante el revolcón que se estaba llevando por parte de la oposición.
Pablo Casado (PP) y Santiago Abascal (VOX) brearon a críticas al jefe del Ejecutivo durante el debate sobre el último Consejo Europeo.
Viendo Sánchez que era imposible frenar el chorreo de palos, optó por cambiar de estrategia y recurrir a poner en el ojo del huracán a uno de esos periodistas que tampoco le baila el agua.
La maniobra de distracción del presidente era la de poner en primera fila a Federico Jiménez Losantos y despellejar la entrevista que le hizo a Santiago Abascal, especialmente cuando se abordó el tema de la vacunación contra el coronavirus:
Vi algo en las redes sociales de Abascal con un periodista muy independiente, Jiménez Losantos, que le preguntaba directamente, que interpelaba al señor Abascal si se había vacunado o no se había vacunado. ¿Cuál fue la respuesta del señor Abascal? Fue bastante sorprendente, cuando es muy asertivo siempre: ni sí, ni no, sino todo lo contrario. Luego ya matizó y dijo que sí se había vacunado, pero dejó la puerta abierta. Este es el problema, que usted niega la evidencia del cambio climático como también niega la aportación a la ciencia.
El líder del PP, Pablo Casado, se metió en la trifulca en su turno de intervención. Aseguró que había ocurrido "algo inaceptable en un Parlamento", en alusión a la mención a Jiménez Losantos.
Usted ha señalado a un periodista que de mí no dice cosas buenas a diario. Es inaceptable que el presidente señale a un profesional de un medio de comunicación. Ya dijo Biden que este es el único gobierno de Europa en el que se está acallando a la prensa libre.