El triunfo de la oposición venezolana en el estado Barinas no es poca cosa. La victoria de Sergio Garrido significa la derrota de la dinastía Chávez por primera vez en más de 20 años. El candidato opositor no solo derrotó ventajismo, el miedo, uso excesivo de recursos públicos del gobierno, sino que derrotó lo que quedaba del fantasma de Hugo Chávez en la política venezolana.
La oposición pudo lograr una victoria capital que deja a Nicolás Maduro sin el estado natal de Hugo Chávez y además derrotó a Jorge Arreaza, uno de los hombres de confianza del régimen.
Las expectativas se centran ahora en las maniobras que podría hacer Maduro y su cúpula para mantener el poder en Barinas sacudirse la derrota.