El filósofo Friedrich Nietzsche fue una de las mentes más brillantes y peligrosas del siglo XIX. Sus ideas intransigentes y a menudo brutales aplastaron las confortables presuposiciones y supuestos de la religión, la moral y la ciencia. El suyo era un mundo no solo desprovisto de Dios, sino casi de humanidad, impresionante tanto por su crudeza post-religiosa como por su originalidad.
Bettany Hughes va en busca de las creencias de un hombre cuyo trabajo se encuentra entre los más devastadoramente manipulados y malinterpretados de la historia filosófica. La aversión de Nietzsche por los sistemas y la búsqueda de verdades dejó sus ideas ambiguas y a veces incoherentes. Fue esto lo que lo hizo vulnerable a la interpretación y, como resultado, sus pensamientos, que advertían contra la noción misma de un sistema político como el totalitarismo, fueron manipulados para fortalecer sus ideales.
Vocalmente opuesto al antisemitismo, su hermana antisemita se aseguró de que él se convirtiera en la cara del impulso de Hitler por un ideal ario. Antinacionalista, llegó a simbolizar un régimen que habría detestado. Su búsqueda filosófica lo llevó al aislamiento y finalmente a la locura, pero sus ideas ayudaron a dar forma al paisaje intelectual del mundo moderno.