En el Gobierno de Castillo todo se hace mal
En medio del caos, desocupación y crisis integral, se les ocurre obligar a los trabajadores a vacunarse si es que quieren conservar sus trabajos. Lo más grave es que ahora alcanza inclusive hasta a los vacunados que ya tienen 2 dosis puestas y no quieren seguir vacunándose.
Exigir una dosis más, sobre todo que se han detectado efectos dañinos con las vacunas y que el estado no responde por los perjuicios ocasionados a la salud a más de 100 mil personas vacunadas por error y exceso de dosis, significa que el estado juega a la ruleta rusa con las vacunas. A algunos le cae mal, casi de inmediato y, a otros les afecta progresivamente como en muchos países se están viendo.
El Gobierno de Castillo, inclusive es tan torpe que amenaza a los empresarios con multarlos de acuerdo a la magnitud de la empresa. Lo que quiere decir, que el derecho al trabajo, a la libre empresa para realizar sus actividades económicas normales, son violentadas de manera anticonstitucional, so pretexto de la protección de la salud cuando es todo lo contrario, a tal punto que en muchos países se acabaron las obligaciones de mascarillas y ponerse vacunas.
Un gobierno incapaz, con funcionarios incapaces en salud y trabajo como en este caso, coloca en peligro de salud y de trabajo, en sus relaciones laborales, a las personas, ciudadanas y trabajadores que se encuentran hartos de tanta mediocridad del Gobierno.
Todo es un engaño.