Con una abstención del 28%, la más alta desde 1969, Macron logró el 58.5 % de los votos, frente al 41.5 de Le Pen. La derrota de Le Pen ha sido leída como una victoria, es el mejor resultado de la formación radical y muestra también la capacidad de aglutinar el alto grado de rechazo que tiene Macron en una parte importante de la sociedad francesa. ¿Qué podemos esperar en el segundo quinquenio de Macron con una sociedad francesa dividida?