Higor Meritao se hizo famoso en el partido de ida porque al salir al campo en el Estadio Olímpico tocó la copa en disputa. Muchos consideran que esto no se debe hacer por superstición, pero el mediocampista, quien se volvió cristiano, aseguró que no se deben tomar en cuenta las supersticiones y por el contrario, al rozar el trofeo sintió que era para Pumas.