Vladimir Putin, ese 'gangster' del derecho internacional, en palabras de el ex-embajador de España en la ONU, Inocencio Arias, no sólo mete sus manos y sus tanques en Ucrania, sino que interfiere en la política interna de potencias soberanas, como España.
Lo ha hecho financiando en octubre de 2017 a grupos golpistas y a movimientos secesionistas.
Un día antes de la Declaración Unilateral de Independencia, aprobada por el Parlamento, uno de sus hombres se reunió con el prófugo Puigdemont al que llegó a prometer 500.000 millones de dólares y cien mil soldados en la frontera que auspiciaran la independencia de Cataluña y la desmembración de España.
Vomitivo ejemplo de unos y otros, a los que se llena la boca con palabras como libertad y democracia cuando tienen tantos crímenes, en el caso de Putin, y tantas turbias maniobras políticas amén de burlas constantes a la justicia, que callar.