Lo de disponer de un tercer país que te "resuelva los asuntos" o evite asaltos violentos de migrantes de manera más o menos exitosa, no es algo propio de España, ni de Europa. La situación en las fronteras entre México y Guatemala y entre México y Estados Unidos, con las caravanas migrantes que se dirigen a EE.UU. principalmente de Haití, Honduras, Guatemala y El Salvador, es insostenible desde hace años ya. Se trata de una tragedia humanitaria que sucede día tras día, y de la que, sin titulares sensacionalistas o "imágenes escalofriantes", no es que nos vayamos a enterar.