Estamos a punto de iniciar el sprint.
Cierto que todavía restan 10 meses para las elecciones municipales y algo más hasta las generales, pero la sensación es que vivimos el final del ciclo Frankenstein.
Viene ahora una breve pausa, porque los calores africanos y las vacaciones frenan mucho, pero apenas concluya el veraneo, todo volverá a acelerarse.
Y la sensación es que que Feijóo y el centroderecha seguirán creciendo, mientras el socialista Sánchez y sus compinches se pudrirán cada vez más.
Cuando no es la encubridora Oltra, es la independentista Borrás y el día que no sentencian a los corruptos de los ERES salta que el podemita Monedero esconde 92 cuentas corrientes.
Las encuestas muestran una tendencia probablemente irreversible, porque la economía, con esta panda de ineptos en el Gobierno, sólo puede empeorar.
La inflación, que hoy llegó al 11%, se propaga y contagia cada vez a más productos de la cesta de la compra.
Muchos de los que han hecho un titánico esfuerzo para llevarse la familia a la playa, se van a llevar en septiembre un susto de espanto, cuando empiecen a pagar facturas y vean lo que se han encarecido las cosas.
Volviendo a los sondeos, lo sustancial es que la suma de PP y VOX llega a esa mayoría absoluta de 176 diputados, esencial para poner fin a la pesadilla de un Gobierno PSOE-Podemos, que tan solo ha hecho daño a la economía, a la salud, a la convivencia y al orden constitucional.
Y que nadie se engañe. Quienes votan PP o VOX, en su mayor parte y por encima de todo, están hartos del presumido que duerme en La Moncloa y veranea en La Maleta.
Están hasta el gorro de sus despilfarros, de sus socios criminales, de sus concesiones a los golpistas catalanes, de su compadreo con los proetarras y de la ruina moral que intenta imponer.
No hace falta que Feijóo y Abascal hagan un anuncio solemne o se fotografíen juntos y sonrientes.
Basta que ambos asuman cuál es el mensaje que les manda la atribulada ciudadanía española: ‘sólo sumando echarán del poder a Sánchez y sus compinches’.
El éxito de Juanma Moreno en Andalucía reflejó el cabreo que existe contra el PSOE y la ineptitud de la izquierda, pero no es replicable en el conjunto de España.
Mucho tendría que cambiar el mapa y que nadie se ofenda, para que Feijóo alcanzara la mayoría absoluta.
PP y VOX tienen una misión histórica: arrojar a la basura a Sánchez y su banda.
Y eso exige un pacto de no agresión.
No hay otra, señores, o se entienden los dos grandes partidos del centroderecha español o esto se va al garete.
A trabajar que no queda nada y, sobre todo, no equivocarse de enemigo.