El escándalo Wirecard ha puesto a las grandes auditoras contra las cuerdas. Sus informes pretenden dotar a las empresas de credibilidad, pero ¿verifican realmente bien las cuentas? ¿O es todo pura fachada?
EY, PwC, KPMG y Deloitte son las cuatro compañías más grandes del mundo en el sector de la auditoría y servicios financieros. Casi nadie conoce sus nombres, pero las llamadas "Big Four”, las "cuatro grandes”, certifican los balances de los grandes consorcios.
Las auditoras están involucradas en grandes escándalos financieros porque desempeñan un papel clave en la economía global. Durante diez años los consultores de EY (Ernst & Young) verificaron las cuentas de Wirecard. Sin embargo, la auditoría no se dio cuenta de que inflaron sus cuentas con fondos ficticios durante años. Cuando se destapó el escándalo, la compañía alemana de pagos en línea entró en quiebra, cientos de trabajadores perdieron su empleo y miles de inversores su dinero, más de 4.500 millones de euros. ¿Por qué no detectaron los auditores las irregularidades en los balances? ¿Fue negligencia a la hora de hacer su trabajo?
Las "cuatro grandes” dominan el mercado de las auditorías. Gracias a sus conocimientos sobre las empresas y la regulación fiscal se han convertido en expertos indispensables. Pero como ya han agotado su potencial de crecimiento en el terreno de las auditorías, ofrecen otros servicios de asesoría, tanto a las empresas que auditan como a gobiernos. Este documental explora el papel de las consultorías en el caso de Wirecard, sus conflictos de intereses con las empresas que verifican y su papel en un complejo entramado de interdependencias políticas y económicas.