El mundo está al borde de una recesión y una crisis económica debido a las secuelas que ha dejado la pandemia del COVID-19 y los efectos de la guerra entre Rusia y Ucrania.
La inflación mundial es galopante y los salarios se han quedado estancados. La mayoría de las personas sentirán que pueden comprar menos cosas con su salario y la calidad de vida bajará de manera inminente. Esto puede causar trastornos piscológicos y afectar la salud mental de algunas personas.