El ex-presidente Donald Trump, quien en 2016 dijo que acogerse a la Quinta Enmienda es un recurso que usa la mafia, lo hizo precisamente eso este miércoles: declinó responder las preguntas de la fiscal general de Nueva York invocando una norma que, desde el siglo XVIII, evita que se pueda obligar a una persona a testificar contra sí misma.
Trump asistió a la oficina de la fiscal general de Nueva York, Letitia James, como parte de una investigación civil de más de tres años que busca determinar si la Organización Trump engañó a prestamistas, aseguradoras y autoridades fiscales al proporcionarles estados financieros engañosos.
"Bajo el consejo de mi abogado y por todas las razones expuestas, decliné responder a las preguntas en virtud de los derechos y privilegios otorgados a todo ciudadano bajo la Constitución de Estados Unidos", dijo Trump en un comunicado.