En España hay tres millones de parados.
Nuestra tasa de desempleo duplica la media europea y todo apunta a que seguirá subiendo.
A la luz de las cifras, las tendencias y los pronósticos, uno da por supuesto que el área del Gobierno y el titular del ramo en estos asuntos, anda todo el día estrujándose a la cabeza para intentar solucionar este drama.
Pues no. Yolanda Díaz, quien además de vicepresidenta de Sánchez es ministra de Trabajo, no se dedica a remover los obstáculos del mercado laboral que dificultan la creación de puestos de trabajo.
Ni a promover medidas por las que los desempleados puedan acceder a una formación adecuada y para regresar cuanto antes al mercado.
Ni siquiera a que los parados dispongan de una renta justa y suficiente para vivir.
No. A cambio del fastuoso sueldo público que recibe y del opulento piso que disfruta a cuenta nuestra, a lo que se dedica es a promocionarse como candidata electoral.
Calcando una de las desastrosas ocurrencias que hunden en la miseria a la Cuba castrista, Díaz asegura que elaborará con su compinche Garzón una lista de 20 o 30 productos alimenticios que por ley tendrán el precio topado.
De los sufrimientos del ganadero, de las pérdidas del agricultor, de los escalofríos de los lecheros o de las angustias del camionero, nada.
Si Yolanda quisiera de verdad bajar de inmediato el precio de los alimentos, lo más sencillo, lógico y eficaz sería rebajar el IVA.
Pero tampoco, porque los impuestos y la inflación están generando gigantes ingresos a la cuadrilla PSOE-Podemos y estos caraduras quieren seguir con el Falcon, las prebendas, los coches oficiales y las viviendas de lujo.
La desfachatez con la que los 22 miembros del Gobierno Sánchez, imitando a su jefe, emplean los recursos públicos para promover sus carreras particulares es escalofriante.
Sánchez, que ha logrado que el NODO de Franco parezca la CNN al lado de lo que hace RTVE, va camino de convertir su Gabinete en un remedo de la embajada chavista.
Acorralados por unas encuestas que pronostican un desastre para la inepta izquierda que nos gobierna, Sánchez y su cuadrilla son capaces de cualquier cosa.