Lo hemos dicho muchas veces, el lawfare no sería posible de no ser por la cooperación necesaria del poder mediático. De hecho, muchas veces las causas judiciales fake ni siquiera llegan a culminar en una condena, se archivan, pero sirven para destruir reputacionalmente a movimientos y a líderes progresistas y de izquierda mediante horas y horas de difamación mediática.