Encarcelado, el galardón fue recogido por su esposa, Evgenia Kara-Murzá, que vive con sus tres hijos en Estados Unidos. Dotado de 60000 euros y un diploma.
Evgenia Kara-Murza anticipó que el premio en metálico será destinado a ayudar a las familias de los presos políticos en Rusia.