Buenos Aires, 30 nov (EFE)(Imágenes: Alberto Caratozzolo).- Alivio, tranquilidad y confianza fueron los términos más empleados por los argentinos tras el triunfo de este miércoles por 0-2 ante Polonia, una victoria que no solo certificó el pase a los octavos de final del Mundial, sino que terminó por devolver la ilusión tras el infructuoso debut contra Arabia Saudí.
Ataviados con sus mejores galas albicelestes, cientos de personas vibraron con los goles de Alexis Mac Allister y Julián Álvarez frente a la gigantesca pantalla instalada en Buenos Aires, concretamente en el barrio de Palermo, donde volvió a mascarse el sufrimiento y la tensión tan característicos de esta hinchada.
EDICIÓN Y LOCUCIÓN: GABRIEL CAMPOS