Estamos en una situación nueva en el tratamiento de enfermedades alérgicas graves no controladas. Hasta hace no mucho tiempo disponíamos únicamente de los corticoides orales cuando teníamos pacientes que no controlábamos con los fármacos más sencillos, como pueden ser bronco, ardores o corticoides inhalado en el caso de asma bronquial.

Pero tenemos un porcentaje de pacientes asmáticos que no están bien controlados con el tratamiento estándar y desde hace ya unos meses disponemos de nuevos fármacos que denominados fármacos biológicos. Estos son anticuerpos monoclonales dirigidos contra algunos receptores o algunas cocinas que participan en el mantenimiento del asma bronquial y que son espectaculares en su eficacia, como puede ser desde hace ya años el mal ICE UMAP.

Pero ahora tenemos también el UMAP o el UMAP. Estos nuevos fármacos nos permiten ser más optimistas en el control de los pacientes, con las más grave no controlado, reduciendo la sintomatología, estabilizando, llegando a un control y evitando situaciones de riesgo que pudieran derivar incluso en el fallecimiento de los pacientes. Bienvenidos todos estos fármacos biológicos que nos van a ayudar a controlar los asma graves no controlados.

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