No cesa la tensión política en Perú como consecuencia del golpe de estado que intentó dar el pasado 7 de diciembre pedro castillo. 47 días después de haber pedio la disolución del congreso, y de haber sido destituido, el exmandatario permanece arrestado, y pese a que su vicepresidenta Dina Boluarte asumió la presidencia, un sector de sus seguidores insisten en afirmar que castillo no es el responsable del golpe de estado, sino una víctima.
A medida que pasan los días la situación es cada vez más caótica. Este fin de semana la ciudad de Lima fue epicentro de fuertes disturbios. Desde que comenzaron las protestas han perdido la vida 55 personas. Los manifestantes exigen la renuncia de la presidenta Dina Boluarte, el cierre del congreso, el adelantamiento de las elecciones y la convocatoria de una asamblea nacional constituyente