Arica (Chile), 28 feb (EFE),(Imágenes Rodrigo Saez).- Al hijo mayor de Alison Nateres, de 4 años, le encontraron poco después de nacer una malformación congénita que produce retrasos cognitivos y motores. Junto a su madre y una bebé de meses, viven en Cerro Chuño, un asentamiento de la periferia de Arica, en el norte de Chile, donde permanecen enterradas miles de toneladas de desechos tóxicos abandonados por una minera sueca hace casi 40 años.
"Yo sabía que había plomo, pero las circunstancias me llevaron ahí: soy peruana, no tengo dónde ir, no tengo familia acá, estoy sola", explica Alison a EFE.
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