Juan Carlos Martínez, el marido de la ya exdirectora de la Guardia Civil, está imputado por existir indicios de prevaricación administrativa, malversación y blanqueo de capitales por unos pagos, presuntamente irregulares, de la Junta de Andalucía mientras gobernaba el PSOE.
Martínez fundó su empresa, una sociedad limitada con un capital social de 3.500 euros, a principios de 2012, justo cuando su mujer llegaba a la ejecutiva nacional del Partido Socialista.
En 2015, solo tres años después, el marido de Gámez ya ganó más de 400.000 euros.
En 2017, Martínez, había cobrado más de un millón de euros como sueldo y había ganado más de 700.000 euros por beneficios societarios. El patrimonio neto de la empresa se acercaba al medio millón de euros en tan solo cinco años.
La empresa cerró en 2021, teniendo un valor superior a los 700.000 euros. Es decir, en nueve años la empresa de Martínez se revalorizó un 1.200%; su patrimonio se multiplicó por 13. Entre sueldo, cotizaciones a la Seguridad Social y beneficios societarios, Juan Carlos Martínez, en solitario (porque era el propietario y único trabajador), obtuvo más de 3 millones de euros.
Pero quizá no estaba tan solo, porque presuntamente estaba arropado por los fondos públicos de la Junta de Andalucía, gobernada por el PSOE, según la investigación judicial por la que Martínez está imputado y que ha llevado a María Gámez a dimitir como directora de la Guardia Civil.