El periodista especializado en crimen, Paul Connolly, tiene acceso a la prisión de máxima seguridad de El Hongo, una de las cárceles más difíciles de México de la que nadie ha escapado. Aislado en el árido desierto de Baja California, en el norte de México, El Hongo es una fortaleza concreta de disciplina y castigo diseñada para contener y controlar a más de mil internos, incluidos algunos jefes y sicarios endurecidos de los peligrosos cárteles mexicanos.