Nacer en República Dominicana no garantiza obtener la nacionalidad. Al menos desde que miles de dominicanos de padres extranjeros, la mayoría de Haití, perdieron su nacionalidad por una sentencia de 2013, aplicada retroactivamente a los nacidos entre 1929 y 2010. Desde entonces, miles han sido expulsados y otros subsisten como pueden, trabajando en los campos de caña y con pocas perspectivas de un futuro mejor.