El Gobierno (socialdemócrata) ha aprobado extender los privilegios fiscales de la iglesia católica a los poderes de otras cuatro confesiones religiosas, los ortodoxos, los budistas, los mormones y los Testigos de Jehová. El Ejecutivo lo explica como un paso más hacia la aconfesionalidad del Estado, que recoge la Constitución y sigue siendo una utopía e, incluso, el camino hacia el Estado laico, lo que es, literalmente, un chiste amargo.
Yo creía que la laicidad de un Estado suponía el