Implacable.
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, volvió a dar una lección magistral a esa izquierda que tiene un discurso de cara a su electorado, pero luego, de puertas hacia adentro, sus gestos no se corresponden con las palabras que tienen hacia esos votantes.
Y es que entre las promesas de pisos como churros de Pedro Sánchez o las líderes de Sumar y Más Madrid, Yolanda Díaz y Mónica García, poniendo el asunto de la vivienda en el escaparate de lo que será la próxima campaña electoral del 28 de mayo de 2023, lo cierto es que al final lo único que se saca en limpio es que son los representantes de esa progresía los únicos que no tienen problemas a la hora de acceder a una casa.
Por eso, Ayuso, tirando de fina ironía, aseguró en un acto celebrado en Torrejón de Ardoz que ella no tiene problema alguno en equiparse con la izquierda y que los ciudadanos puedan vivir en idénticas condiciones, teniendo en su propiedad varias y grandiosas propiedades inmobiliarias:
Lo que quiero es que el resto de los ciudadanos vivan como los líderes de la izquierda. Si no se trata de que a los demás nos vaya peor, sino que a todos nos vaya mejor. Si se trata de igualar mejor que nos pase como le pasa a la vicepresidenta segunda con una casa de 443 metros cuadrados pagados por todos. O como la líder de Más Madrid, que cada vez que le das a actualizar a la página aparecen tantos pisos en su haber como los que promete Pedro Sánchez.
E insistió en ese deseo de que a todos los españoles les vaya como le sucede a los gerifaltes de la izquierda:
Y yo no lo critico porque yo no promuevo la cultura de la envidia. Yo promuevo la cultura de la propiedad y del trabajo. Por tanto, yo quiero que a todo el mundo le vaya como a los líderes de la izquierda.