Un estudio reciente sugiere que las personas que sufren un infarto de miocardio pueden tener un mayor riesgo de deterioro cognitivo acelerado.
El estudio reveló que, de los 30.000 participantes, 1.033 sufrieron un infarto durante el periodo de investigación.
Los que sufrieron infartos mostraron un mayor deterioro de la función cognitiva durante los seis años siguientes en comparación con sus compañeros.
Los participantes de raza blanca mostraron una mayor tasa anual de deterioro que los de raza negra.
Aunque un infarto no se asocia a una disminución inmediata de la cognición, sí provoca un declive acelerado en los años siguientes.
Cada 40 segundos, alguien sufre un infarto de miocardio en Estados Unidos, con aproximadamente 805.000 infartos anuales.
Entre los signos de deterioro cognitivo se incluyen el olvido, la sensación de agobio ante las decisiones y la pérdida del sentido de la orientación.
Las personas con deterioro cognitivo leve también pueden presentar síntomas de depresión, ansiedad, irritabilidad y aumento de la agitación.
Reconocer los signos del deterioro cognitivo puede ser crucial para detectar posibles problemas en una fase temprana.