Asco no, lo siguiente.
El problema es que al personaje le han dejado subirse a la parra hasta extremos insospechados y a ver quién es el guapo que le hace poner los pies sobre suelo firme.
Porque es que lo de Héctor de Miguel, más conocido como Quequé, viene de lejos.
Este presentador de la Cadena SER, de un espacio supuestamente humorístico llamado 'Hora Veintipico' sobrepasó todas las líneas del respeto y de la moralidad al pretender hacer una chanza cómica contra Pitingo.
El problema es que esa burla vino no solo cargada de decibelios, sino de toda una montaña de indignidad que ha puesto contra las cuerdas a su propia casa, la SER, y a las propias víctimas del terrorismo de ETA.
A Quequé le pareció sumamente gracioso verter este vómito por los micrófonos de la emisora de PRISA:
Txapote, al fin y al cabo, ya ha cumplido su deuda con la sociedad, pero Pitingo qué. Ahí sigue ejerciendo el terrorismo musical, sin pedir perdón a las víctimas ni nada. Lo de Txapote al menos era rápido, pero es que lo de este es una agonía.