Origen de la luna de miel. Los novios y la luna de miel
Que todas las noches sean noches de luna y que todas las lunas sean de miel
La luna de miel, contrario a lo que podemos pensar la mayoría de la gente, tiene una estrecha relación con la gastronomía.
El período de la luna, que son 29 días, coincide con el período de la mujer. Hace muchísimos años el hombre comía para sobrevivir y hacía el amor para procrear y mantener la especie.
Entonces entre los Celtas, cuando se unía una pareja, se les tenían 29 días solos, aislados, para que intentaran tener hijos, tener descendencia y mantener la especie, mantener su raza y población.
Su relación con la miel, es por la creencia popular de que la miel es un producto que da vigor, que fortalece, que da energía, que favorece la fertilidad, que ayuda a mejorar las condiciones físicas de las personas que la consumen.
Cuando alguien preguntaba por la pareja se decía que estaban de "luna de miel". Es decir, apartados de los demás miembros de la comunidad y consumiendo, entre otros alimentos, miel.
De hecho, habrá gente que recordara, que hasta mediados del siglo pasado –siglo XX-, la luna de miel duraba treinta días, porque así se aseguraba que durante ese período se podía facilitar a los recién casados la posibilidad de tener algún día óptimo para lograr tener descendencia.
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El presidente de la Real Academia de Gastronomía, Rafael Ansón, colaborador habitual del estupendo programa de RTVE "La aventura del saber", nos ofrece esta curiosa explicación sobre el origen de la luna de miel.
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