Según un nuevo estudio, los viajes espaciales afectan gravemente al cerebro de los astronautas, por lo que es necesario un periodo de recuperación considerable tras el regreso a la Tierra. 
Los astronautas deben esperar tres años tras una misión larga para que se inviertan los cambios fisiológicos de su cerebro. 
Investigadores de la Universidad de Florida analizaron los escáneres cerebrales de 30 astronautas, tomados antes y después del viaje espacial. 
Descubrieron una notable expansión de los ventrículos cerebrales en aquellos que emprendieron misiones de al menos seis meses de duración. 
Dado este nivel de expansión, un periodo de recuperación inferior a tres años podría ser inadecuado. 
Resulta prometedor que el estudio no observara cambios en la estructura cerebral de los individuos que pasaron menos de dos semanas en el espacio. 
El estudio observó que el agrandamiento ventricular se estabilizaba al cabo de seis meses.