Rabat (Marruecos), 23 jun (EFE).- Los migrantes que estuvieron hace un año en la tragedia de la valla de Melilla que costó la vida a 23 personas, casi todas de Sudán, siguen en Marruecos decididos a llegar a Europa, con la imposibilidad ahora de volver a su país por la guerra y ante un creciente control marroquí que les empuja a buscar otras vías como Túnez.