La cantante de 'Never Gonna Not Dance Again', de 42 años, recibió regalos de sus fieles seguidores en sus dos conciertos de American Express Presents BST Hyde Park en Londres durante el fin de semana, pero se sobresaltó cuando le entregaron la bolsa con los restos incinerados y pidió al público que le aclarara que se trataba de los restos de su madre.