El discurso de odio está por todos lados pero se puede parar. Aquí te vamos a explicar cómo.
No hay que hacerlo crecer. Los creadores del discurso de odio son expertos en hacernos hablar de lo que quieren y meter bombas de humo que desvían la atención de temas importantes.
Dicen barbaridades, nos provocan y sentimos que tenemos que responder. Y así ya nos tienen amplificando su mensaje en nuestros espacios de debate.
Un ejemplo, en 2017 Wilders, candidato ultra