Esta historia nos muestra cómo las antiguas leyendas y mitologías pueden influir en la creación de personajes icónicos en el cine de terror contemporáneo. Balak, el demonio que originalmente se encontraba en un antiguo grimorio del siglo XVII, se transforma en un fenómeno cultural en el siglo XXI gracias a la visión de un director como James Wan. Este relato ilustra cómo lo ancestral y lo moderno pueden fusionarse de manera intrigante y aterradora en la narrativa cinematográfica, recordándonos el poder duradero de las historias que perduran a lo largo de los siglos.