Uno de cada dos opositores encarcelados en Venezuela, de los 281 considerados presos políticos, está acusado o ya fue condenado por terrorismo, el delito que lleva un trienio en ascenso, tiempo en el que, según la ONG Foro Penal, estos civiles y militares se volvieron "incómodos" para el Gobierno y terminaron tras las rejas.