El sodio es necesario para el organismo en pequeñas cantidades, pero en exceso puede provocar hipertensión, una condición en la que la presión arterial es demasiado alta.
La mayoría de las frutas son bajas en sodio. Las manzanas, lo plátanos, la mayoría de las bayas, los albaricoques y los pomelos no contienen sodio.
El yogur natural es bajo en sodio y las investigaciones han demostrado que puede reducir el riesgo de infarto de miocardio e ictus.
Los frutos secos y las semillas sin sal son excelentes opciones proteínicas de origen vegetal que mantendrán su corazón sano.
Los espárragos, las judías verdes, los pepinos, las berenjenas, el ajo y la calabaza son verduras naturalmente pobres en sodio.
Aumentar el consumo de verduras de hoja verde, como las espinacas, también es beneficioso para la salud del corazón.
En lugar de añadir sal a sus comidas, utilice hierbas y especias como la cúrcuma, el comino, la salvia y la menta para dar sabor.