Repsol planta cara al acuerdo entre PSOE y Sumar y asegura que puede deslocalizar inversiones previstas en España. La posibilidad de que se mantenga un gravamen a las compañías energéticas, que se ideó como temporal y extraordinario, asegura la petrolera "castiga a las empresas que, como Repsol, invierten en activos industriales, generan empleo y garantizan la independencia energética del país. En cambio, favorece a los importadores que no generan empleo ni actividad económica relevante en España. En consecuencia, la falta de estabilidad en el marco regulatorio y fiscal del país podría condicionar los futuros proyectos industriales de la petrolera en España".