Un comportamiento siempre puede ser alterado.
Enfoque conductista: El conductismo enfoca el tratamiento de adicciones en conductas observables. Se centra en cambiar comportamientos específicos asociados al consumo de sustancias.
Análisis funcional: El análisis funcional identifica factores desencadenantes y consecuencias de la adicción. Comprender estas relaciones ayuda a desarrollar estrategias de intervención efectivas.
Reforzamiento positivo: El conductismo utiliza el reforzamiento positivo para fortalecer comportamientos saludables. Recompensar conductas sobrias fomenta la abstención del uso de sustancias.
Extinción de conductas adictivas: Eliminar el reforzamiento de conductas adictivas es crucial. Al no recompensarlas, el conductismo busca disminuir la frecuencia de comportamientos perjudiciales.
Prevención de recaídas: El conductismo aborda la prevención de recaídas. Identificar situaciones de riesgo y aplicar estrategias de afrontamiento contribuye a mantener la abstinencia.
Terapia de contingencias: La terapia de contingencias basa el tratamiento en consecuencias contingentes al comportamiento. Aplica recompensas o consecuencias negativas según la elección del paciente.
Modelado de conducta: Observar y modelar comportamientos saludables es esencial. El conductismo incorpora modelos a seguir que demuestren éxito en la superación de adicciones.
Desensibilización sistemática: Para tratar fobias o aversiones asociadas al consumo, el conductismo utiliza desensibilización sistemática. Gradualmente expone al individuo a estímulos relacionados con la adicción.
Entrenamiento de habilidades: El conductismo emplea el entrenamiento de habilidades para mejorar la gestión del estrés, resolución de problemas y toma de decisiones, fortaleciendo la resistencia a la recaída.
Autocontrol y autorreforzamiento: Fomentar el autocontrol y autorreforzamiento es clave. Capacitar al individuo para reconocer y recompensar sus logros contribuye a la autonomía en la recuperación.
Programas de reforzamiento: El conductismo destaca la importancia de programas de reforzamiento a largo plazo. Mantener incentivos y apoyo continuo refuerza la consolidación de comportamientos saludables.
Evaluación continua: La evaluación constante ajusta las estrategias. El conductismo aplica un enfoque flexible, adaptándose a las necesidades cambiantes del individuo durante todo el proceso de tratamiento.