El Nilo, el río más largo del planeta, fluye desde el ecuador, atravesando el norte de África, hasta el Mediterráneo. Cruza montañas y desiertos originando con su presencia vida y civilización. Desde su nacimiento en las legendarias Montañas de la Luna, recoge agua de los torrentes y de la nieve derretida que forman los primeros humedales y lagos donde habita el picozapato. En el lago Victoria, en noviembre, la luna nueva desencadena un acontecimiento extraordinario: la pesca del año. La temeridad de practicar kayak en los rápidos del Nilo Blanco antes de que se introduzca en un desfiladero que le lleva a la sabana para dar vida a la fauna salvaje. Tras cruzarla, el Nilo se transforma en un inmenso pantano; más adelante recoge las aguas del Nilo Azul que bajan de las tierras altas etíopes y son el agua vivificadora de sus habitantes cristianos y de la planta del papiro, hogar del tejedor. El Nilo se adentra en el Sahara, donde hace 5000 años surgió la civilización del Antiguo Egipto.