Es lo que se llama ser flexible en la negociación.
El Gobierno de Pedro Sánchez llegaba este 10 de enero de 2024 al pleno del Congreso de los Diputados, celebrado en el Senado por las obras en el hemiciclo de la Carrera de San Jerónimo, con la necesidad de recabar apoyos para sacar adelante tres reales decretos leyes.
Y teniendo encima de su cabeza el anuncio del voto en contra de los cinco diputados de Podemos y los siete de Juntos por Cataluña, al ministro de Presidencia y Justicia, Félix Bolaños, no se le ocurre mejor idea que salir a provocar a los parlamentarios.
El socialista adoptó un tono prepotente y amenazador contra los partidos que, inicialmente, no están por dar luz verde a esos decretos:
Ustedes, señorías, están aquí para hacer el bien a quienes les votaron y no para perjudicarles con politiquerías que nadie entiende.
Decir 'no' a este real decreto es decir 'no' a 10 mil millones de euros que mejoraran la vida de nuestra ciudadanía.
Los ciudadanos esperan mucho de nosotros. Si hoy fallamos mañana sube la factura de la luz, las pensiones bajan, el transporte deja de ser gratis y se gastará más en el supermercado. Ruego a sus señorías que comprendan la importancia que tiene el voto que van a emitir hoy.
Gran parte de los diputados de la Cámara Alta prorrumpieron en un sonoro abucheo que quiso ser apagado por los aplausos de la bancada socialista, lo que hizo que al final la presidenta del Congreso, Francina Armengol, tuviese que pedir silencio.