Si el DNU se ratifica en el Congreso y no hay amparos que frenen las modificaciones en lo que refiere a turismo, cualquier persona podría organizar y comercializar un viaje, incluso estudiantil, sin ser controlada por ningún organismo. Ante la posibilidad de que esa falta de control genere más casos de estafas o incumplimientos, además de competencia desleal, desde las agencias piden que aprovechando el impulso de cambios, sean las provincias las que pasen a ejercer los controles, a través de una nueva ley.
TR