Ahora, que se cumplen diez años del nacimiento de Podemos y viendo que los morados han pasado de acariciar el 'sorpasso' al PSOE a convertirse en una banda casi residual, quizá merezca la pena dedicar tres minutos a Pablo Iglesias.
¿En qué está quien fuera ‘macho alfa’ del 15-M, vicepresidente de Sánchez, ‘darling’ de LaSexta y cónyuge llorón de Irene Montero?
Esencialmente, en forrarse; en hacerse millonario.
Y lo conseguirá. Si lo han logrado ya mangantes como Zapatero, Pepiño Blanco o Abalos, cómo no va a materializarlo alguien como Iglesias, que es igual de maniobrero, más listo que alguno de ellos y tiene a su disposición herramientas parecidas.
Y que arranca con una sólida base económica y el respaldo de magnates como Roures.
Cuando se ha vivido en las entrañas del monstruo gubernamental y se tienen contactos, aquí y en el extranjero, raro es que los laboriosos gerifaltes del IBEX no te reciban con las carteras desplegadas, para que ayudes a engrasar la maquinaria, abrir puertas y facilitar pingües negocios.
Aunque lo del chalet en la sierra, la piscina y la casita de invitados revela proclividad al lujo, no veo yo a Iglesias como una versión juvenil del socialista Bono, con espacio reservado en las paginas el ‘couche’ del ‘Hola’, pero sus últimos pasos denotan que no da puntada sin hilo.
Ya es público que coloca a Irene como primera en la lista podemita para las elecciones europeas, lo que garantiza -porque bastan 400.000 votos- que la coautora de la Ley Sueltavioladores cobrará a partir del 6 de junio el espléndido sueldo del eurodiputado y disfrutará de todas las prebendas aparejadas al cargo.
Colacada la parienta, él sigue a los tuyo.
Y notable coleccionista de miserias morales como es, acaba de añadir una más a su historial.
Ahora, tercia, junto a una de afligidos izquierdistas, en defensa de Itziar Ituño, la actriz que hace unos días encabezó una manifestación en Bilbao a favor de los asesinos de ETA todavía presos.
Iglesias se suma a los ‘progres’ que estigmatizan a quienes aplaudimos al concesionario de automóviles que -al igual que Iberia- ha cancelado el contrato publicitario que tenía con la paisana.
No nos confundamos. El miserable que disfrutó de un móvil que pagaban los ayatolás iraníes, que figuraba como ‘contacto’ en Madrid de la siniestra ‘Herrira’ y alababa en las herrikotabernas la ‘inteligencia’ de ETA, no apoya a Ituño a pesar de que sea proetarra. Lo hace porque es proetarra.
No defiende la libertad de expresar cualquier ideología: defiende su ideología, que es la del pistolero Ternera y la de los que asesinaron a 1.000 españoles inocentes.
Y esa basura ha sido vicepresidente del Gobierno de España..