El virus H5N1 de la gripe aviar, altamente letal, ha sido identificado por primera vez en pingüinos antárticos.
El virus se ha confirmado en pingüinos papúa fallecidos en las islas Malvinas, y se han notificado otros casos en la misma región.
También se ha observado un caso sospechoso en pingüinos rey de Georgia del Sur.
Los pingüinos se enfrentan a diversas amenazas, como el cambio climático y la contaminación.
Sin embargo, esta nueva amenaza es más grave, ya que la falta de exposición previa a tales patógenos los hace susceptibles a ella.
La cría en colonias densamente pobladas ha suscitado preocupación por la rápida propagación del virus, que podría causar una mortalidad significativa.
Los científicos ya habían expresado anteriormente su preocupación por la posibilidad de que el virus llegara a la Antártida, haciendo hincapié en el impacto potencialmente catastrófico sobre su fauna.