Las familias españolas necesitan 7 años y medio de salario bruto para adquirir una vivienda y tienen que destinar para ello el primer año más del 39 % de sus ingresos brutos anuales disponibles, el mayor esfuerzo que se registra desde finales de 2011, según los últimos datos que maneja el Banco de España.
De hecho, a falta de conocerse el dato de cierre de 2023, la tasa de esfuerzo de los hogares españoles no ha dejado de incrementarse a medida que subían también los tipos de interés y se encarecía la financiación hipotecaria.