En esta ocasión les comentaré sobre el fenómeno que denominaremos "emoción vs. razón", que trata de lo poco – o casi nada- que utilizamos esa gran facultad exclusiva del ser humano como lo es el razonamiento.

Un buen número de estudios científicamente comprobados concluyen en que a lo largo de nuestra vida el comportamiento y las decisiones que tomamos son en un 95% producto de la reacción, es decir, de la inconciencia o emoción, con todas las consecuencias que ésta representa.

Un principio fundamental de la Psicología conductista nos dice que de un estímulo externo viene o se produce una reacción interna; lo negativo de lo anterior es que en medio de esto debería de presentarse la razón o procurar de esta manera que nuestro comportamiento o acciones sean en lo posible meditadas e inteligentes.

Desafortunadamente, por influencia cultural y de formación de nuestra personalidad, desde la primera etapa donde nuestra formación se forja en base a la imitación; observamos a nuestro alrededor conductas muy alejadas de lo que aquí proponemos. Si a esto le sumamos que en la adolescencia, por los cambios internos, biológicos, hormonales, etcétera; será muy complicado esperar que este fenómeno de reaccionar en lugar de razonar disminuya, por lo contrario, es de esperarse que por el ritmo de vida que experimentamos actualmente esto se incremente y nos lleve a enfrentar situaciones o consecuencias aún más graves y que trataremos en futuras oportunidades.