Una conductora circulaba el pasado viernes por la noche tranquilamente con su coche por la A-4 en dirección salida de Madrid cuando notó algo raro entre sus pies. Al mirar se llevó un tremendo susto. Había una serpiente de un metro y medio de longitud entre los pedales y sus zapatos. Paró de inmediato como pudo en el arcén, salió del coche y llamó a la Policía. Se trataba de una serpiente de maíz que se había colado en su vehículo y que no le pertenecía.