La relación entre la sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación y el gobierno de Gabino Cué se fracturó, luego de que profesores y activistas de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca enfrentaron el cerco de seguridad instalado por la Policía Federal y el Estado Mayor, en el contexto de la vista del presidente Felipe Calderón a Oaxaca, que dejó un saldo de 18 heridos y 14 detenidos, además de diversos destrozos.

Por su parte, Flavio Sosa, ex vocero de la APPO y actual diputado del PT, exigió la renuncia de la secretaria general de Gobierno, Irma Piñeiro,

Consideró que el enfrentamiento evidenció que “la herida de 2006 está abierta”, aunque descartó que este choque reedite los acontecimientos de ese año.

La confrontación entre uniformados y los docentes —misma que se prolongó casi cuatro horas—, inició cuando los inconformes intentaron llegar al zócalo capitalino, rompiendo las vallas metálicas, montadas en una de las bocacalles de acceso al primer cuadro de la ciudad, para declarar al Ejecutivo federal como persona no grata.

Los educadores planearon celebrar un mitin frente a su sede sindical para mostrar su agravio luego de que Calderón acudió a la entidad a inaugurar la Universidad La Salle.

La manifestación se tornó violentó en medio de insultos verbales, golpes y empujones, cuando los mentores intentaron trasladar la protesta al Palacio de Gobierno.

Los roces directos y las rechiflas generaron tensión, hasta que se escucharon varias detonaciones de rifles de gas lacrimógeno, las cuales hirieron a varios de los inconformes.

El primer zafarrancho ocupó dos calles del centro histórico, afectando a una escuela primaria, donde un grupo de niños tuvo que ser evacuado por el gas lacrimógeno.

Azael Santiago, líder de la sección 22, reportó en ese momento cuatro lesionados, dos de gravedad.

Otros heridos fueron el reportero Gildardo Mota y los fotógrafos Darío Nolasco y Jaime García.

El acto que tenía programado el presidente Calderón en el Palacio de Gobierno duró apenas media hora y se retiró entre protestas.

En ese momento trató de mediar el titular de Seguridad Pública estatal, Marco Tulio López, pero fue agredido.

El mando portaba un escudo y trató de acercarse a dialogar, pero fue desarmado y golpeado.

Sujetos cubiertos con pañoletas lo sujetaron y jalonearon.
Los policías federales lanzaron gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes.

Los escoltas buscaron rescatarlo e inició el segundo enfrentamiento, que dejó más lesionados, entre ellos el ex consejero de la APPO Marcelino Coache.

Durante la gresca el magisterio tomó como rehenes a tres mujeres policías federales, que fueron trasladadas a una de sus sedes sindicales. Más tarde las rescataron elementos de la misma corporación.

Algunas patrullas fueron destrozadas y un tráiler de la Policía Federal fue quemado.

Marco Tulio López negó que el gobierno de Gabino Cué utilice una política represiva y aseguró que lo ocurrido fue una agresión que dejó ocho policías lesionados, seis federales y dos estatales.

En conferencia de prensa, Azael Santiago dijo que queda rota toda relación con Gabino Cué y exigió castigo a los responsables.

Justificó que el magisterio haya organizado una protesta pacífica, que fue alterada por los policías.

La psicosis y tensión generadas por los enfrentamientos entre policías y appistas provocaron que después de las 14 horas los comercios del centro histórico cerraran.

Por la tarde, el gobierno de Cué emitió un comunicado e insistió en el diálogo como la única vía de solución a los problemas.

Por su parte, los diputados federales de la coalición PAN-PRD-Convergencia y PT exigieron se investigue para castigar a los responsables de la represión.

En tanto, la dirigencia de la sección 22 anunció una nueva embestida contra el gobierno local: bloqueos, barricadas, toma del Palacio de Gobierno y hasta un plantón, además de una marcha.

Asimismo, piden las renuncias del titular de Educación Pública, Bernando Vázquez; de Irma Piñeiro, y del secretario de Seguridad Pública.

Señalaron que hasta que el gobernador Gabino Cué no ofrezca una disculpa pública no se replegarán.

Finalmente, el Sindicato Independiente de Trabajadores de la Educación de México lamentó los hechos ocurridos en Oaxaca y pidió a los docentes de la entidad “utilizar su inteligencia” y conducirse por las vías de diálogo correspondientes.