Otra vez Guadalupe fue el escenario de una balacera sangrienta.

Ahora dos sicarios fueron abatidos por las balas del Ejército después de las 0:05 horas, en la Colonia Villa de San Miguel, al nororiente del municipio.

La camioneta 4 Runner Toyota color arena donde iban los dos pistoleros quedó rafagueada por todos lados, como evidencia de la intervención de los soldados.

Dentro del vehículo con matrícula SCN 8261 quedó un hombre armado que viajaba en el asiento delantero derecho; el otro sicario quedó muerto a una cuadra cuando intentaba escapar corriendo y otros dos ocupantes del vehículo pudieron aparentemente escapar.



En otra camioneta de la que no se establecieron las características, varios hombres armados escaparon sin haber enfrentado a los militares.

Se informó en el lugar que fueron aseguradas tres armas largas, dos AR-15, un fusil calibre 308, además de fornituras, decenas de cargadores y cartuchos.

En el lugar se dio la versión de que los delincuentes habrían llegado en las dos camionetas para asaltar a varios hombres que convivían afuera de una casa contigua a un negocio en la calle Del Zaguán, pero esto no había sido confirmado hasta esta mañana.

Aparentemente, según esta teoría, los delincuentes robaron dinero a cada uno de los asistentes y habían exigido las llaves de una camioneta Tahoe.

La presencia de convoys militares en la zona se originó por una serie de reportes de hombres armados.

De esa forma durante el recorrido en la búsqueda de pistoleros, los soldados se los toparon cuando estaban por escapar por la calle De la Reja, apenas metros del lugar del atraco.

En su respuesta defensiva, los ocupantes de la 4 Runner prácticamente impidieron que un grupo de soldados persiguiera a sus compañeros al taparle la salida a unidades militares, aunque esa acción los llevó a la muerte.

El operativo militar fue desde dos puntos, uno que copó por la retaguardia a los pistoleros y el otro al emboscarlos de frente.

"Por lo menos tres hombres bajaron disparando, escaparon dos y cayeron dos en el operativo, otros más que iban en el otro vehículo también escaparon", comentó el informante.

Antes que pudiera descender, uno de los hombres quedó sin vida en la camioneta y el otro quedó tirado boca arriba en el cruce de Del Zaguán y del Regidor.

En la fachada de un depósito y en varios vehículos estacionados quedaron las huellas de la refriega, al quedar marcados decenas de impactos de bala.

Tras la balacera, los bloqueos
Después que el Ejército Mexicano abatió a dos sicarios en un enfrentamiento, fueron reportados por lo menos tres bloqueos en puntos cercanos al lugar del tiroteo.

La delincuencia organizada tuvo esa respuesta al enterarse del deceso de los dos integrantes de un comando en la Colonia Villa de San Miguel.

Fuentes federales informaron que los bloqueos fueron organizados en la Carretera Miguel Alemán y Ruiz Cortines; en Ruiz Cortines e Israel Cavazos, y en Carretera a Dulces Nombres y Carretera Juárez-Apodaca.

El despliegue por varios puntos de elementos de la Sedena impidió que fueron planeados otra serie de acciones de grupos armados.

Se informó de manera extraoficial que delincuentes habrían obstaculizado las arterias principalmente con vehículos de carga.

También agentes viales de Guadalupe recorrían en un convoy de por lo menos cinco unidades, las avenidas cercanas al tiroteo de la Colonia Villa San Miguel.

"Hay tres puntos confirmados donde hay bloqueos pero se están desactivando rápidamente", explicó una fuente allegada a los hechos.

Los bloqueos no habrían causado grandes problemas viales, pero sí terror entre algunos de los automovilistas que fueron atacados por los delincuentes para exigirles las llaves de sus vehículos.

La intención de bloquear avenidas habría sido una reacción del crimen organizado tras un enfrentamiento donde militares abatieron a dos sicarios, cuando acababan de asaltar a unos hombres que convivían afuera de una casa en la calle Del Zaguán.